¿Cómo es el reconocimiento médico para Ayudante de Instituciones Penitenciarias? ¿Cuáles son las causas de exclusión?
Para ser funcionario de prisiones debes superar tres ejercicios: test, supuestos prácticos y reconocimiento médico. El tercer examen de la oposición a Ayudante de Instituciones Penitenciarias es un reconocimiento médico donde se realizan diferentes pruebas para comprobar que no cuentas con ninguna causa de exclusión.
No suele entrañar demasiados problemas a los opositores, pero siempre hay que llevar cuidado para no caer al final del camino.
El porcentaje de aprobados del tercer ejercicio suele superar el 99%.
Antes de comenzar a estudiar esta oposición, os animamos a que consultéis las exclusiones médicas para los funcionarios de IIPP del cuerpo de Ayudantes.
Quizá te interese: Exclusiones médicas (documentación oficial Ministerio del Interior)
La prueba de la visión es la más temida por los opositores porque es prácticamente la única que puede entrañar algún problema.
Lo más practico es ir a una óptica para que nos hagan la prueba, ya que la agudeza visual no es lo mismo que las dioptrías. Por ello, es importante optar con tiempo a alguna solución para ajustar nuestra agudeza visual si tenemos problemas de astigmatismo, miopía o hipermetropía.
Algunas soluciones que existen son las lentillas nocturnas (OrtoK), las lentes intraoculares o la cirugía refractiva. Estas soluciones son admitidas por el Tribunal calificador y hay cientos de opositores que optan por ellas para pasar la prueba.
Además, las enfermedades visuales que nos impedirán aprobar este tercer ejercicio son:
La prueba de la vista se suele realizar con un clásico panel igual que en la óptica. Sin embargo, en 2023 la prueba se realizó mediante un visiómetro (aparato pequeño tipo microscopio).
La mayoría de opositores ha comentado que se ve peor que el clásico panel, algo que entendemos que conocen los miembros del Tribunal a la hora de calificar.
El análisis de sangre y la prueba de orina permite conocer al Tribunal si hemos consumido alguna sustancia prohibida como drogas o benzodiazepinas.
Debemos tener en cuenta que algunos medicamentos como el Algidol, el Diazepam o los jarabes de codeína pueden afectar a la prueba toxicológica.
Para evitar estas confusiones, debemos apuntar lo que hemos consumido durante el último mes y, en el caso de ser requerido, remitir una copia de la receta médica (expedida por el médico de cabecera).
Otra de las exclusiones clásicas de esta oposición está relacionada con el índice de masa corporal. No pasaremos la prueba si tenemos un índice de masa corporal inferior a 18 o superior a 34.
En el reconocimiento médicos nos medirán y pesarán con ropa, algo que afecta al peso final.
También nos harán una prueba auditiva (audiometría) para ver si tenemos algún problema de audición. No pasaremos la prueba si tenemos sordera con pérdida de audición.
En este caso, la pérdida auditiva debe que ser mayor de 35 db en las frecuencias en 1.000 y 3.000 Hz o de 45 db a 4000 Hz.
La prueba se realiza en una cabina cerrada con unos auriculares, similar al reconocimiento del carnet de conducir.
Las exclusiones relacionadas con el aparato digestivo son:
Las exclusiones médicas en este caso se relacionan con:
El médico comprobará brevemente la movilidad de tus extremidades y te preguntará al respecto, sin hacer demasiado hincapié.
Los opositores que cuenten con los siguientes problemas no podrán ser aptos en el tercer ejercicio:
Para comprobar que tu capacidad pulmonar supera el 80% (capacidad ventilatoria interior) serás sometido a una espirometría, una sencilla de prueba donde deberás soplar por un tubo.
Además, no debes sufrir ninguna enfermedad neumológica (pulmonar) que afecte tu sistema respiratorio.
El Tribunal establece que serán excluidas aquellas personas que sufran patologías que, a juicio de ellos, supongan un impedimento para el desempeño del puesto de trabajo.
Esto implica que, si el médico indica que hay algún problema médico que no aparece en las restantes exclusiones, el Tribunal se guarda el derecho a revisarlo para valorar si somos o no aptos.
No obstante, hablamos de hemopatías graves, malformaciones congénitas, etc.
A grandes rasgos, el reconocimiento médico es una prueba sin demasiada exigencia. No obstante, todos los años suele suspender algún alumno o alumna.
Las causas más frecuentes de exclusión son:
Después de tanto esfuerzo, quedarse fuera es una decepción terrible, por ello es fundamental revisar las exclusiones antes de comenzar a estudiar.