Prepararse para el examen requiere no solo meses de estudio , sino también una adecuada gestión de los días previos al examen.
Un buen descanso es fundamental para consolidar el aprendizaje y mantener un rendimiento cognitivo óptimo. Estudios publicados en revistas como Nature Reviews Neuroscience destacan que el sueño favorece la memoria y la capacidad de resolución de problemas. Durante los días previos al examen:
Si tienes dificultades para conciliar el sueño, considera técnicas de relajación como la respiración profunda o escuchar música calmante.
En lugar de intentar memorizar todo en el último momento, organiza un repaso estructurado. El uso de la técnica de repaso por tramos, tan defendida por autores como Ebbinghaus en sus estudios sobre la curva del olvido, es ideal para repasar contenido los días previos. Organiza los días previos de la siguiente manera:
La dieta influye directamente en el rendimiento cognitivo. Investigaciones de la European Journal of Nutrition señalan que una alimentación equilibrada mejora la concentración y reduce la ansiedad. Durante estos días:
El ejercicio físico estimula la producción de endorfinas, reduce el estrés y mejora la memoria. Según un estudio de la Harvard Medical School, actividades como caminar, practicar yoga o nadar tienen un impacto positivo en las funciones ejecutivas del cerebro.
Dedica entre 20 y 30 minutos diarios a alguna de estas actividades para despejar la mente y mejorar tu concentración.
La ansiedad es un factor común en los días previos al examen, pero existen estrategias para minimizar su impacto. La práctica de la meditación y el mindfulness, según investigaciones de la American Psychological Association, puede ayudarte a mantener la calma y centrarte en el presente.